En el cambiante mundo de la tecnología, la importancia de la tutoría para las ingenieras ha recibido mucha y merecida atención. Estos programas de tutoría son cada vez más reconocidos como oportunidades valiosas para abordar los obstáculos específicos que enfrentan las mujeres en el campo. Sé de primera mano que son grandes impulsores que impulsan el crecimiento, generan nuevas ideas y ayudan a las mujeres a sentirse más empoderadas.
Estos programas no se tratan sólo de compartir conocimientos, sino de crear lugares seguros y acogedores donde las mujeres puedan ser ellas mismas. Y no se trata simplemente de avanzar, sino de impulsarse hacia adelante, y aprovechan el asombroso poder colectivo de las mujeres que se apoyan unas a otras.
Compartiendo conocimientos entre nosotros
Cuando se trata de tutoría, compartir conocimientos y dar consejos son la esencia de lo que hago. Cada situación que surge es como un lienzo en blanco, esperando ideas para llenarlo. Es por eso que considero tan valioso no sólo ofrecer mi propio conocimiento sino también aprovechar la riqueza de experiencia que poseen otros. He perfeccionado el arte de utilizar preguntas abiertas para guiar a las personas en la análisis de problemas, permitiéndoles descubrir soluciones y fomentando su desarrollo personal a lo largo del camino.
Creo firmemente en el poder de los equipos autoorganizados: equipos completos y competentes en diversos ámbitos. A medida que esto se traduce en mi trabajo, los miembros de mi propio equipo participan en debates abiertos, emparejamientos colaborativos y se ayudan mutuamente. A través de la tutoría, no solo imparto orientación; Estoy fomentando un entorno en el que compartir conocimientos y dar consejos actúan como piedras angulares, construyendo una base sólida para el logro y el crecimiento colectivo.
Crear un entorno psicológicamente seguro para que las mujeres prosperen
Para mí, la esencia de una tutoría impactante radica en crear un entorno donde las mujeres puedan realmente prosperar. Se trata de fomentar un lugar seguro donde los aprendices, especialmente las mujeres, se sientan no sólo cómodos sino empoderados para expresarse abiertamente, cuestionar las normas e incluso desafiar el status quo. Al hacerlo, sentamos las bases para un espacio psicológicamente seguro, uno que fomente la creatividad.
Como mentor, entiendo que este espacio seguro es fundamental para generar innovación. Sé que cuando a las mujeres se les proporciona un entorno así, su ingenio no tiene límites. Es más que simplemente ofrecer orientación; se trata de crear una atmósfera en la que las mujeres puedan aprovechar con confianza su propio potencial, sabiendo que sus perspectivas únicas no sólo son respetadas, sino celebradas.
Fomentar el crecimiento y el desarrollo
A partir de mis experiencias, he llegado a reconocer el papel fundamental que desempeña la tutoría en la configuración del crecimiento y desarrollo profesional, especialmente para las mujeres en el sector tecnológico. Está claro que las iniciativas destinadas a reforzar la presencia de las mujeres en el liderazgo, ofrecer formación especializada y abogar por el equilibrio entre la vida laboral y personal son fundamentales para abrir puertas. Al reflexionar sobre los roles impactantes que las mujeres han asumido en diversas funciones en GfK, desde ingenieras hasta entrenadoras ágiles, su desarrollo hasta puestos influyentes subraya su capacidad para sobresalir en campos tradicionalmente dominados por los hombres.
A través de encuentros personales, he visto cómo la tutoría puede actuar como una fuerza transformadora. No se trata sólo de transmitir conocimientos e ideas; se trata de fomentar un entorno enriquecedor donde las personas reciban orientación y apoyo. La tutoría construye una red que fomenta el crecimiento colectivo y ofrece a las mujeres las herramientas para navegar con confianza su viaje dentro de la industria tecnológica.
La tutoría apoya a los ingenieros de todos los niveles
A partir de mi propio viaje, es evidente que la tutoría es importante para todos, de todos los niveles de experiencia en ingeniería. Mi propia experiencia con una mentora hace dos años ejemplifica esto. Impulsado por el deseo de encontrar un modelo a seguir con el que pudiera identificarme, me conecté con un ejecutivo de nivel C de Malasia. Nuestros intercambios estuvieron llenos de ideas y un tema destacado que presentó fue la “Presencia ejecutiva”. Este concepto profundiza en las formas en que proyectamos confianza a los subordinados, pares y líderes superiores. Al cultivar la presencia ejecutiva, las personas abren caminos hacia oportunidades que definen su carrera. Aprendí mucho de mi mentora y, aunque busco compartir mis experiencias con otras mujeres, siempre puedo aprender de ellas también.
Aprovechando la fuerza de cada uno
La tutoría sirve como catalizador para que las mujeres aprovechen sus fortalezas inherentes, fomentando la colaboración y el empoderamiento mutuo. La meticulosidad, la paciencia y las habilidades para crear vínculos que poseen muchas mujeres encuentran su expresión óptima en las relaciones de mentoría. A través de estas asociaciones, las fortalezas se armonizan, formando una sinergia dinámica que impulsa el crecimiento profesional. A medida que los mentores comparten ideas y los aprendices absorben la orientación, toma forma un ciclo de aprendizaje y avance, cultivando líderes que combinan visión con atención meticulosa.
La rareza de candidatas apasionadas dentro de los equipos de ingeniería se convierte en un faro de nuevas perspectivas, que infunde positividad en el grupo. De esta manera, las tutorías son increíblemente poderosas ya que funcionan como una plataforma para desbloquear el poder colectivo de las fortalezas de las mujeres, amplificando su impacto dentro de la industria tecnológica y más allá.
Fuente Original GfK Blog